CELIEM ha manifestado su apoyo en la creación de la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación, y lo afirmó en su criterio técnico, enviado al despacho del diputado Wagner Jiménez, de la Comisión Legislativa de Ciencia, Tecnología y Educación.
De convertirse en una ley de la República, la Promotora se convertiría en una oportunidad de desarrollo para el ecosistema empresarial, principalmente para la MiPyme.
La Promotora Costarricense de Innovación e Investigación, sería un instrumento capaz de sumar en la dinamización de la economía, y en la generación de nuevas herramientas que pueda potenciar el desarrollo de emprendimientos con alto valor agregado.
La Promotora, también constituiría un paso en la dirección correcta para fortalecer y articular los procesos de innovación en el ecosistema emprendedor del país, que requiere, hoy más que nunca, contar con instrumentos de fomento, estímulo e incentivos para generar iniciativas que en los diferentes sectores de la economía suman valor al desarrollo productivo del país.
Más allá del fomento de capacidades para la creación nuevas empresas de base tecnológica (que mejoren los índices de competitividad y empleabilidad del país) también existe retos puntuales.
Hace cuatro semanas, CELIEM publicó su segundo Informe del Impacto del COVID-19 en las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, un informe que detalla tanto la cruda realidad que en la actualidad sufren las empresas, así como los retos de Costa Rica.
Los diputados, que discuten la gestación de la Promotora, deben tener en mente que esta institución tendrá que iniciar sus actividades – si es que se aprueba la ley de su creación – en lograr incorporar programas para que las MiPymes tengan éxito en la nueva realidad de negocios y del comportamiento del mercado.
Este reto puntual, se constituye en la urgencia de atender las debilidades manifestadas en los indicadores del Monitor Global de Emprendimiento e informes del Estado de Situación de la PYME, relacionadas con la débil incorporación de procesos de innovación que mejoren la productividad y fortalezcan el desarrollo de nuevos productos y servicios.
CELIEM es clara que uno de los principales retos de la futura Promotora Costarricense de Innovación e Investigación, es que esta institución logre estar constituida en el marco de la Cuarta Revolución.
Las tres revoluciones anteriores, fueron las que moldearon la sociedad y trajo la era moderna, a igual que estas, la cuarta revolución marcará la historia; tanto el sector público como privado debe entender que esta es la ruta y Costa Rica no debe quedar rezagada.
El COVID-19 aceleró esta nueva era, que sin duda modificaron todas las áreas de la humanidad, y para Michael E. Porter, catedrático Bishop en Harvard Business, ya inició el camino de la Revolución 4.1 y está en los países (empresas también) en descargar esta actualización.
Las empresas que tengan éxito serán las que empleen la tecnología, como complemento a las formas tradicionales de competitividad, no las que separan sus iniciativas a esta revolución de sus operaciones normales.
La Revolución Industrial 4.1, la pandemia del COVID-19, han re impulsado los nuevos esquemas de producción, y es crucial que la Promotora cuente con el personal, la infraestructura, el financiamiento y la legislación que respondan oportunamente a las nuevas exigencias globales.
En el criterio de CELIEM, enviado a la Asamblea Legislativa, dejamos claro que la modernización de los esquemas de producción, el impulso de mayores estímulos para la inversión que permitan atraer Inversión Extranjera Directa, la creación de vínculos y encadenamientos productivos, el fortalecimiento de los llamados modelos triple hélice con especial atención en los procesos de innovación, y la generación de recursos provenientes de fondos para el Desarrollo, serán elementos que no deben estar ajenos a los impactos que esta Promotora podrá generar para que el país cuente con un ambiente óptimo de apoyo a los emprendimientos nacientes, pymes y a los ecosistemas de innovación.
En conclusión, la nueva promotora debe ser una institución líder, ya que las realidades competitivas actuales exigen liderazgo.
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