
Grace Solano, es una mujer emprendedora desde hace cinco años cuando decidió crear su microempresa en Caballo Blanco de Cartago.
La necesidad de cuidar a sus hijas la motivó a emprender, sin imaginar que a pesar de los desafíos, llegaría a liderar un negocio que produce salsas y snacks con altos niveles de calidad.
Grace forma parte de las emprendedoras de la Comunidad CELIEM desde el año 2023, cuando ingresó gracias al proceso de acompañamiento empresarial obtenido mediante el programa: A mamá le tengo fe, de Fundación Monge.
Su visión de empresario la hizo aprovechar cada fase del acompañamiento e ingresar a otros programas como Empretec, donde además de fortalecer su comportamiento emprendedor, consiguió ganar una de las menciones en el Premio Empretec.
Hoy su negocio avanza hacia la formalidad y la mejora de sus productos, pero su orgullo más grande es ser una mujer emprendedora que inspira. Conozcamos más de su historia:
¿De qué se trata su negocio?
Elaboramos productos alimenticios como mermeladas bajas en azúcar, chileras de vegetales, frutas con diferentes tipos de chile que les permiten dar un sabor único y exótico; además realizamos salsas con procesos de fermentación y horno de los vegetales. Y no nos puede faltar la línea de deshidratados que nos ha permitido incursionar en el mundo del snack saludable, infusiones y hierbas para todo tipo de platillo.
¿Qué la inspiró a convertirse en emprendedora?
El no tener en aquel momento quién cuidara a mis hijas para yo ir a trabajar. Esa necesidad me inspiró a realizar algo donde yo pudiera cuidarlas y así pude emprender; lo hice por ellas, y para mí también fue cumplir un sueño de tener mi propio trabajo donde me acomodo a mi tiempo.
¿Por qué se siente orgullosa de ser emprendedora?
Hace cinco años no tenía capital para iniciar tampoco una planta de procesamiento, y así pude llegar lejos. Hoy la tengo, y he logrado productos de calidad con registros sanitarios, códigos de barras y tablas nutricionales.
Llegué a ganar premios de capital semilla, y muchos conocimientos que han hecho de Collado del Sol una empresa de productos artesanales de calidad; y que con esfuerzo y dedicación, me demuestran que se pueden cumplir los sueños, solo es creérsela y seguir adelante a pesar de las adversidades.
¿Cuál es el mayor reto que ha enfrentado liderando una mipyme?
La falta de capital de trabajo, el no tener el dinero a inicios me costó mucho, pero lo poco que me iba ganando lo invertía en el negocio. Los primeros años fueron muy desafiantes, a los tres años iba a desistir, y recordé que si Dios me había permitido llegar hasta ese momento era porque él mismo me iba a ayudar a salir adelante.
Y así fue, obtuve fondos no reembolsables que me permitieron comprar maquinaria más industrial para seguir adelante, y surgir tanto en el desarrollo de productos como en la formalización.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que ha conseguido como mujer empresaria?
Lograr mi planta de producción y recibir una mención honorífica por mi espíritu emprendedor en el Premio Empretec Costa Rica en febrero del 2024. También me llena de orgullo ver que la gente en la calle me conozca y me digan que se acuerdan de mí cuando inicié en las ferias del agricultor; eso para mí no tiene precio.
¿Qué consejo le daría a otras mujeres que desean emprender?
Que luchen, nada es fácil los primeros cinco años en un negocio, esos son los más difíciles, pero si logran llegar a esta etapa luego es donde se ven las recompensas.
Les aconsejo que busquen apoyo porque sí las hay, pero tienen que ponerse la camiseta y luchar.
¿Cuáles habilidades cree que son esenciales para una mujer emprendedora?
El amor, la creatividad, la honestidad y la sencillez.
¿Qué impacto desea dejar en su comunidad o con sus clientes a través de su emprendimiento?
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